Hoy amanecí gruñona, tenía muchas cosas desagradables en la cabeza. Me di cuenta cuando pasé frente al espejo: vi mi cara todo torcida y fruncida, lo que tenía previsto para el día no era de mi agrado.
Entonces me quedé con la otra opción, la de aceptar la sorpresa. Me repetí un par de veces: el día me sorprenderá, el día me sorprende, me estoy esperando a una sorpresa….
Y en esta mente en blanco, abriendo ese campo de posibilidades, quedándome abierta a lo que pueda suceder, sucedió.
Porque en vez de aferrarme al espacio que había creado, definido y limitado, me abrí a todas las posibilidades y así le ofrecí al universo de regalarme cualquier oportunidad.

Y la verdad es que la realidad puede ponerse mucho mejor que esta cosa en cual te quedaste pensando que sólo es lo mejor que te ha pasado hasta ahora. En realidad, hoy, si le das oportunidad, podría brindarte algo que ni puedes imaginar lo bueno que va a ser. Entonces dale la oportunidad que te sorprenda. Abre tu mente y tu corazón. Dale la bienvenida.

Cuando entono la canción que “Today’s Gonna Be the Best Day of my Life (Hoy va a ser el mejor día de mi vida)”, intento no proyectar algo que ya tengo previsto, lo canto sin más, sólo abriendo el espacio para que esto realmente pase. Que me sorprenda algo increíble.

¡Canta!

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